Obra de Francisco López de Gomara (1511- ¿1562?), sacerdote que residió varios años en Italia, asistió a la empresa de Argel y fue en sus últimos años capellán de Hernán Cortés, cuya Historia es su producción más conocida. Nombrado en 1557 cronista real, se aplicó a los Anales, no publicados hasta 1912, en que los editó el norteamericano Merriman con una traducción inglesa y un estudio del autor y su obra. Da Gomara la impresión de incluir notas ya escritas antes de su nombramiento, y aunque los anales abrazan desde el nacimiento de Carlos hasta su abdicación (1500-1556), no parecen haber recibido la última mano. Falta en ellos el establecer, al exponer los hechos, la debida proporción entre los verdaderamente importantes y los que no lo son, el revisar las posibles contradicciones de detalle, el aliñar la narración con el esmero literario que mostró en sus crónicas indianas. Tienen, con todo, valor, porque la sagacidad del autor, asistida por la consulta de abundantes obras, supo comprender la realidad de aquella etapa de la vida española, el reflejo en lo económico de la conquista de América, la influencia ejercida, pese a su sumisión, por Italia. Muéstrase Gomara muy españolista y muy afecto al Emperador, con quien, conjetura Merriman, quiso congraciarse, después de haber exaltado tanto a Cortés. Padece con ello la imparcialidad, como sufre asimismo la autoridad del historiador, por mostrarse a veces crédulo en demasía, achaque, es cierto, que con frecuencia muestran los escritores de su época.
B. Sánchez Alonso