[Anacreontiche], Cario Innocenzo Frugoni (1692-1768), Comante Eginetico, en la Arcadia, dedicó la mayor parte de estas poesías, publicadas en 1757, a los señores de Parma, los Farnesios y los Borbones, y a sus satélites y cortesanos, inspirándose en los temas más varios; doctorados, curaciones, tomas de hábito y banquetes. Algunas recuerdan las bellezas naturales de las quintas y los alrededores de Parma; otras son, en verso, verdaderas cartas de agradecimiento, de pésame o de alabanza, y están siempre esmaltadas con imágenes mitológicas que se suceden sin tasa; típico ejemplo de esta superabundancia es la poesía titulada «La Poesía». Producto en cambio de sutil vena lírica puede parecer «La Hipocondría» en la que el poeta expresa el descontento de la vida y la esperanza de la muerte liberadora. Entre las anacreónticas hay que destacar la traducción de la horaciana «Fons Bandusiae» en la que, sin embargo, la grandiosa sencillez del poeta latino queda ofuscada por la versificación arcádica, demasiado fácil. Frugoni no escribió nunca una auténtica poesía y escribió demasiados versos, los cuales, si bien fueron conocidos, imitados y aclamados en su época, no encontraron a continuación buena acogida en la crítica, que incluso tildó más tarde de «frugonianas» las composiciones poéticas marcadas por la superficialidad y por la fácil e inútil superabundancia de imágenes.
S. Spellanzon
Destacadísimo es en él el carácter de la vieja literatura, solemnidad y pompa de formas en la perfecta vacuidad e indiferencia del contenido. (De Sanctis)