Comedia satírico-social de Pedro Muñoz Seca (1881- 1936), que corresponde a la gracia un poco burda, pero eficiente e ingeniosa, de su obra dentro del Teatro de intención política que cultivó durante la República (como en Jabalí, etc.). En esta obra pone en ridículo la adaptación jurídica del divorcio en España, ya que nuestro pueblo, en que perduran muchos matices del honor tradicional, no se aviene con que la que «ha sido mujer de uno vaya a casarse con otro», como es la clave de la simulada intriga. Su sátira, como en La oca (v.), pudo contribuir al odio que suscitó en el sector marxista de los republicanos, y que en la Revolución culminó con la muerte del autor. Corresponde al momento de discusión y aprobación de la «ley del divorcio» (1932-1933) y es anterior a las segundas cortes, cuyo «carácter de compromiso», parece adivinar, ya que en el último acto se hacen alusiones a la celebración de la Semana Santa en Sevilla, comentadas como no incompatibles con el régimen republicano. Tuvo gran éxito de público de «clase media».
A. Valbuena Prat