Es el esclavo de Dionisos (v.) en Las ranas (v.), de Aristófanes (450-385 a. de C.). Figura viva y rica en motivos que le dan una psicología propia, difiere del tipo corriente del «esclavo» según aparece en la mayoría de las comedias.
Todo su ingenio y su caprichosa fortuna se dirigen a superar las incómodas órdenes que le da su amo, el cual le tiraniza vilmente por avaricia y miedo. Tenaz y sin prejuicios, Xantias sabe resolver en favor suyo las situaciones más desesperadas, logrando burlarse a grandes carcajadas de la soberbia y de los ciegos terrores de su dueño. El coro (v.) sigue con simpatía sus aventuras, y cuando Xantias, vestido con las ropas de su amo, se apresta a arrostrar un tremendo peligro, le exhorta a evitarlo según el estilo de la tragedia.
Al terminar su viaje, el astuto servidor logra incluso propinar a su amo aquellos azotes a que constantemente se ha visto condenado: tanta satisfacción habrá de costarle igual suplicio, pero nos damos cuenta de que Xantias, aun bajo los azotes, profiere unos lamentos que en el fondo equivalen a risotadas.
P. Pucci