[Mr. Henry Woodhouse]. Personaje de la novela Emma (v.), de Jane Austen (1775-1817). En muchos aspectos, Woodhouse se asemeja más a un tipo que a un verdadero personaje: es el hipocondríaco por excelencia.
Rico hidalgo campesino, sus palabras y su comportamiento reflejan el perfecto decoro y la escrupulosa conciencia de la sociedad inglesa dieciochesca. Sus prejuicios de clase son atenuados por su amabilidad y por su deseo de obrar bien, pero su conversación vuelve constantemente a su tema favorito: su salud y la de sus interlocutores. Jane Austen dice de él: «Como toda la vida había estado enfermo, parecía en sus maneras mucho más viejo de lo que era en realidad; y aunque todos le querían por su cordialidad y su amabilidad, sus dotes intelectuales no hubieran podido jamás constituir para_ él una verdadera recomendación». El señor Woodhouse gusta de la buena compañía, de tener invitados, de oír los chismes del pueblo en que vive y en el que es considerado como personaje principal.
Pero sus tendencias hospitalarias chocan constantemente con sus terrores de ultrahigienista: el miedo con que arrostra la terrible prueba de la elección de los manjares late como una solícita simpatía humana por debajo de las normas con que «consuela» a sus comensales incitándoles a la prudencia, y le confiere una patética comicidad en la incesante descripción de sus achaques. Su egoísmo y el amor por sus propios males le llevarían a impedir el matrimonio de su hija Emma (v.), que después de la muerte de su esposa le ha cuidado constantemente; pero finalmente se decide a darle su consentimiento, pensando que la presencia de un yerno en la casa podrá alejar a los ladrones. Con tales rasgos francamente ridículos y con sus charlas siempre relativas a un mismo tema, el señor Woodhouse bordea a menudo la caricatura. Pero le salvan de ella su estilo señoril y aquella bondad fundamental que, lo mismo en familia que fuera de ella, le granjea el sincero afecto de cuantos le tratan.
G. Melchiori