Tersites

En el Troilo y Crésida (v. Troilo y Criseida), de Shakespeare, Tersites representa para el mundo de la guerra lo mismo que Pandaro (v.) para el del amor: «Lujuria, lujuria – dice – , siempre la guerra es lujuria, nada hay como esto que esté siempre de moda».

Y el asunto entero se convierte, a los ojos de Tersites, en «una fábula relatada por un idiota, llena de ruido y de furor y sin significado alguno», para decirlo con los famosos versos de Macbeth (v.). He aquí a qué se reduce la guerra: a un combate entre dos brutos por una manga, una manga que no simboliza para Tersites el honor caballeresco (la prenda de amor dada por una dama a su caballero), sino solamente la posesión de una mujerzuela: « ¡Guárdate tu ramera, griego! ¿Bátete por tu ramera, troyano! ¡Dale por la manga! ¡Dale por la manga!» (V, 4, 24-25).

Tersites habla como Sancho Panza (v.) y obra como él (por ejemplo, cuando con abyectas excusas se sustrae a las espadas de Héctor y de Margarelone), pero su bufonería es siniestra, sin nada del bonachón sentido común campesino de Sancho. Y Troilo (v.) y Héctor (v.) son semejantes a don Quijote (v.), pero están vistos sin la menor sombra de humorismo bur­gués. «¡Oh bondad de los caballeros anti­guos!» Ariosto, Cervantes y Shakespeare entonan de diversos modos el canto fú­nebre de la antigua caballería. El cinismo de Tersites no es sino el otro rostro del maquiavelismo. El Tersites shakespeariano» en efecto, presupone la Descripción del modo seguido por el duque para dar muer­te a Vitellozzo Vitelli, etc. Y aun cuando Tersites se burle del escaso ingenio y de la fuerza bruta de un Aquiles (v.), éste, en el momento de obrar, no es menos ma­quiavélico que los demás héroes griegos y hace dar muerte a Héctor a traición, del mismo modo que lo hiciera un César Borgia.

M. Praz