Nieto de Minos y de Pasifae, combate en la Riada (v.) al frente de los cretenses. Figura entre los jefes y guerreros mejores, y Agamenón (v.) siente por él un particular aprecio (cfr. canto IV). En la batalla junto a las naves (canto XIII), desempeña un papel primordial y sus hazañas se narran con gran detenimiento.
También combate contra Eneas (v.), hasta que sucumbe a la fatiga. Es verdaderamente insólito que una batalla pueda cansar a uno de esos héroes homéricos cuyas fuerzas parecen inagotables, pero precisamente en este caso se trata de una pincelada realista, porque Homero caracteriza a Idomeneo como hombre de edad avanzada y dice expresamente que tenía el pelo cano. En la Odisea (v.) se alude a su regreso a Creta, y otras leyendas, recogidas también por Virgilio, referían que Idomeneo, amenazado por una tempestad en plena navegación, había prometido a Poseidón, si lograba salvarse, ofrecerle en sacrificio al primer ser a quien encontrara a su regreso.
Habiendo encontrado a su hijo, cumplió o quiso cumplir su voto, pero a consecuencia de tal crimen se desencadenó una peste, que provocó la expulsión de Idomeneo y los suyos hacia Occidente, en Calabria.
F. Codino