Personajes de la novela bizantina de su nombre (v.) de Nicetas Eugeniano (siglo XII). La primera, es muchacha de incomparable belleza y de vibrante femineidad, en la que la virtud y la razón velan constantemente por su pureza; él, es un joven de formas apolíneas y carácter apasionado y exuberante, pero frenado por la gentileza e hidalguía de sus sentimientos.
En el fantástico cuadro de sus fabulosas aventuras, las notas más vibrantes de vida corresponden a la bella joven de Ftía, que ante los peligros que amenazan su castidad reacciona con energía siempre renovada y con un frío dominio de sí misma, valiéndose, según los casos, de imploraciones, de ardides o de astutas retiradas. Una resignada aceptación de sus cuitas y reveses liga a los dos personajes: jamás exhalan una queja ni la menor expresión de nostalgia por la paz perdida o de recriminación por su pasada imprudencia, antes, por el contrario, consideran sus desventuras y peligros como la natural consecuencia del drama amoroso que su subconsciente ya presentía.
Pero también presentía la victoria sobre los complicados obstáculos que surgen en su camino, y tal presentimiento llegaba hasta presentarse en cada caso como un presagio inmutable de una prerrogativa de su destino. Por ello sus agitaciones y lamentos, al desaparecer del drama la incertidumbre, se apagan sobre sus rostros, cuyo color no experimenta cambio, convirtiéndose en algo meramente ficticio y convencional. En el culto de su inverosímil pureza, en el exclusivismo de su amor, en la pluralidad y singularidad de las peripecias que este amor atraviesa, Drosila es una anticipación de la heroína de la novela burguesa, esencialmente sentimental y moral.
Caricles, en cambio, ennoblecido en su personalidad por un robusto sentido moral que le induce a frenar sus pasiones y a respetar, antes de su boda, el natural pudor de su amada, es casi un héroe que, a pesar de que apenas conoce sus viriles virtudes, abdica muellemente en la mujer, prenunciando así la pasividad del hombre decididamente romántico.
G. Schiró