Protagonista de la comedia española La boba para los otros y discreta para sí (v.) de Félix Lope de Vega Carpió (1562-1635).
Hija de un fantástico duque de Urbino que por extravagantes razones cree necesario educarla lejos de la corte, y por otras razones no menos extravagantes, poco antes de morir, la reintegra a la dignidad de su rango, Diana es uno de aquellos maliciosos tipos de mujer que bajo aspecto juvenil oculta una inteligencia madura y que la fértil fantasía teatral de Lope creó con tanta profusión.
La pastorcilla convertida de pronto en duquesa, que finge por táctica ser realmente la necia que los demás imaginan para poder así atacar a sus enemigos bajo el pretexto de esa ficción, es, en rigor, más que un personaje, la personificación de un expediente teatral de éxito seguro. Ante los actos de «la tonta fingida» el espectador se siente naturalmente llevado a participar en el juego delicioso, y, en cuanto sabe una cosa que los demás ignoran, se siente en cierto modo un poco cómplice de las burlas de que la muchacha hace víctimas a sus antagonistas.
En el teatro y en la literatura abundan los reflejos del tipo originario, pero en conjunto ha tenido más éxito el tipo masculino del «falso tonto», con sus numerosas variantes cómicas y dramáticas, del «loco fingido», del «ciego fingido», del «falso sordo», etc. Pero Diana traduce en su juego un carácter lleno de gracia y comicidad, que representa la eterna historia de la astucia femenina sobre el complejo mundo masculino.
A. R. Ferrarin