Estos dos célebres amigos se hallan mencionados muchas veces en los escritores antiguos, aunque no como personajes de obras literarias. Su historia es narrada por Aristoxeno (discípulo de Aristóteles): en la corte de Siracusa, bajo Dionisio el Joven, surgió entre los vasallos del tirano una discusión sobre los límites del sacrificio exigido por la amistad, según los principios pitagóricos.
Para hacer una prueba, se acusó falsamente a Fintias de haber conspirado contra el tirano. Condenado a una muerte inmediata, Fintias pidió que se le dejara en libertad hasta la noche para arreglar sus asuntos familiares, en tanto su amigo Damón se ofrecía a sí mismo como garantía por él.
Nadie creía que Fintias volviera, a pesar de lo cual éste presentóse al finalizar el plazo. El tirano, conmovido, abrazó a los dos y les rogó quisieran admitirle en su amistad. Esta historia era utilizada a menudo por los filósofos antiguos como ejemplo de amistad generosa y heroica.
F. Codino