Personaje de El Pirata (v.) de Walter Scott (1771-1832). Modelado sobre los fatales delincuentes de Byron (v. Conrado, Giaur y Lara) es «un monstruo de valor y de crueldad» que «se arroja al peligro por el peligro más que por ninguna otra razón» y viste elegantemente, como un caballero.
Sin embargo, Scott no complica esa siniestra figura con ninguna ansia metafísica, antes al contrario, acaba reduciéndola a un nivel ordinario y muy humano: Cleveland pertenece a aquella clase de desgraciados «que se hallan envueltos en el mal más por culpa de las circunstancias exteriores que por su natural inclinación…
Es un hombre que a menudo considera con horror su culpable posición y hace esfuerzos tan repetidos como vanos para escapar a ella». En la atmósfera fundamentalmente burguesa de Scott, incluso la figura de ese descendiente del héroe fatal byroniano, románticamente perverso, se normaliza: Cleveland, en virtud de cierto acto caballeresco, que una vez llevó a cabo en favor de unas damas españolas de alto rango, obtiene el perdón cuando los piratas son derrotados, se alista en la Marina real y muere combatiendo «en el campo del honor».
Más que al tipo fatal de los héroes byronianos, Cleveland pertenece, pues, a la categoría de los bandidos generosos, como una especie de Robin Hood (v.) aburguesado, o un Taras Bul’ba (v.) menos primitivo y generoso.
M. Praz