Personaje del diálogo de su nombre (v.) de Platón (428- 347 a. de C.), era tío de éste por parte de su madre Perictione. Pertenecía al círculo de Sócrates (aparece a menudo en los diálogos de Platón como seguidor y acompañante del maestro; así en Axíoco, v., El banquete, v., Protágoras, v., Teages, v.), quien probablemente le impulsaría a la actividad política a la que, por otra parte, le inducían también las tradiciones nobiliarias de su familia y su parentesco con Critias.
Fue, juntamente con éste, uno de los dirigentes de la insurrección oligárquica del 404 y ambos murieron en el Pireo luchando contra los demócratas de Trasíbulo. En el diálogo de su nombre, Platón nos presenta a Cármides jovencito, suscitando súbitamente, a causa de su belleza, la admiración de Sócrates, quien desea conocer si sus dotes espirituales igualan a las físicas. Critias llama al muchacho, su sobrino, con un pretexto (el de que Sócrates le enseñaría un remedio contra el dolor de cabeza) y el filósofo empieza a interrogarle: Cármides responde con agudeza y modestia, manifestándose como un joven filosóficamente bien dotado y de singular sensatez.
Platón no oculta su simpatía hacia el tío, a quien admira como representante de la vieja educación política: hijo de su tiempo y ansioso de medir sus fuerzas en las lides políticas. La discusión del Cármides, en la que Critias interviene también en defensa de su sobrino, no llega a ninguna conclusión, a diferencia de otros diálogos juveniles de Platón; sin embargo, el jovencito ha conseguido comprender y admirar la profunda lección socrática, el ansia inagotable y fecunda de saber. En adelante, Sócrates será su maestro.
A. Pasquinelli