[Marcus Brutus]. Personaje de Julio César (v.), tragedia de William Shakespeare (1564-1616). Es una figura sobre la que el arte del dramaturgo se ha detenido particularmente, presentando un problema en cierto modo afín al de Hamlet (v.).
Bruto es el soñador, el idealista y el estudioso que por excesivo amor a la justicia y a la virtud comete un delito. La nobleza de ánimo que inspira toda su acción es, a la vez, su fuerza y su debilidad, puesto que el concepto abstracto de la rectitud le domina hasta el punto de hacerle llevar a cabo un acto tan monstruoso como el de volverse contra aquel a quien le unían, vínculos de afecto y gratitud.
De esta manera, como acontece en Hamlet, su buena intención es causa de acciones injustas; y, por otra parte, una vez en la senda del delito, le repugna seguir la lógica de sus actos y suprimir a Antonio (v.), cuya supervivencia hará inútil el sacrificio perpetrado con el primer delito. Es la negación del hombre práctico, como lo prueban, además, sus palabras (acto II, esc. 1): «Desde que por vez primera Casio me incitó contra César, jamás he podido dormir.
El intervalo que media entre la ejecución de un acto horrible y el primer impulso de llevarlo a cabo es como un fantasma o como un terrible sueño: el alma racional y las pasiones terrenas discuten entonces entre sí; y el conjunto del hombre, cual pequeño reino, sufre una especie de revolución». Es el estado de ánimo que luego Shakespeare hará famoso en sus grandes tragedias Hamlet (v.) y Macbeth (v.).
La falta de sentido práctico arrastra a Bruto de error en error. Es característico su discurso a la multitud (acto III, esc. 2), que demuestra lo poco que conoce la manera de tratarla; habla a la plebe de ideales abstractos, cual lo haría a personas de su propio nivel intelectual, confiando en la fuerza de la lógica antes que, como Antonio, en el impulso de los sentimientos. La frialdad y la falta de humanidad de este personaje están mitigadas por el afecto hacia su heroica mujer Porcia y la solicitud por su criado Lucio.
M. Praz