Personaje de la novela Dos años de vacaciones (v.) de Jules Verne (1828-1905), el Homero de la era de los ingenieros y exploradores.
Dice el autor en el prólogo: «A pesar de la gran cantidad de novelas que constituyen el ciclo de los Robinsones, he creído que faltaba aún por presentar un grupo de muchachos de ocho a trece años abandonados en una isla y luchando por la vida en medio de las pasiones propias de la diversidad racial».
Se trata de quince pensionistas del colegio Chairman, de Auckland, en Nueva Zelanda — doce ingleses, dos franceses y un norteamericano — a quienes el naufragio del «Sloughi» arroja a una isla desconocida. Los jefes de esta banda juvenil son, por su edad y cualidades físicas y morales, el norteamericano Gordon («figura y manera de ser marcados por una cierta rudeza ‘yanki’»), el inglés Doniphan («cierto empaque aristocrático le ha valido el apodo de ‘lord Doniphan’ y su carácter imperioso le induce a querer dominar doquiera se halle») y el francés Briant.
Por una vez Jules Verne mitiga un tanto su gran admiración por los anglosajones y concede la palma de la ingeniosidad y el valor a su joven compatriota Briant, «hijo de un ingeniero francés que dos años y medio antes (el naufragio del «Sloughi» ocurre en la noche del 9 de marzo de 1860) había llegado para dirigir el saneamiento de los grandes pantanos del centro de Ika-Na-Mawi (Nueva Zelanda)». «Poco trabajador pero muy inteligente, de fácil comprensión, audaz, emprendedor, diestro en los ejercicios físicos, pronto en la réplica, servicial, buen muchacho, bastante modesto y totalmente falto del entono de Doniphan»: así es como Jules Verne ha pretendido describir el tipo del francés ideal en la persona del joven Briant, o, mejor, Arístides Briand, amigo de juventud de Jules Verne a quien éste siempre dispensó una gran admiración.
Briant, en efecto, eliminando el pequeño subterfugio de la «t» final, no es otro que el más tarde llamado «violoncelo de la política francesa», que soñó con fundar, en colaboración con Gustavo Stressemann y bajo los auspicios de la Sociedad de Naciones, los Estados Unidos de Europa. En la organización de la isla Chairman, los ideales de Briant son los mismos que los de Briand en te política europea: la idea liberal que, según Stendhal, consistía en el «deseo del bien para el mayor número».
A. Savinio