[Avt’andil]. Uno de los principales personajes del poema georgiano El caballero de la piel de leopardo (v.), de Sciotha Russthaveli (siglo XII). Avtandil es la personificación de la más sublime fidelidad para con el soberano y para con el amigo, y de la más profunda devoción y el más abnegado amor por la mujer amada.
Valeroso y audaz, Avtandil difiere de Ta- riel (v.) por su despierta inteligencia; mientras éste se arroja temerariamente a la lucha por cualquier causa justa, Avtandil logra la misma finalidad mediante la diplomacia y la astucia, aunque sin incurrir jamás en bajeza alguna. En su espíritu aventurero y en su alma de poeta que, aun a riesgo de la vida, se abandona a una enamorada exaltación de la naturaleza, revive el espíritu del caballero errante medieval, en el cual el amor por la dama de sus pensamientos no se separa jamás de las más altas cualidades guerreras.
Así Avtandil puede conmoverse ante la belleza de lo creado y entonar himnos poéticos al sol y a la naturaleza, sin desmerecer jamás de su temperamento varonil. Avtandil es cantado sobre todo en la poesía cartveliana (georgiana) durante la Edad Media en poemas que hacen de él, a los ojos de los jinetes georgianos en decadencia, el más brillante ejemplo de aquel elevado y noble espíritu caballeresco que les legaron sus gloriosos antepasados. Georgia, que agonizaba bajo las sangrientas y continuas guerras contra Turquía y contra Persia, hallaba así en esas canciones la fe y la esperanza necesarias para perseverar en la defensa de su espíritu nacional.
Pero los saqueos ininterrumpidos y las constantes correrías de las hordas asiáticas por el país acabaron por hacer desaparecer la mayor parte de los monumentos de la literatura nacional, entre otros los referentes a los héroes del caballero de la piel de leopardo; y sólo tradiciones orales y cantos populares recuerdan hoy aquella floreciente literatura, de la cual se conserva un solo poema sobre Avtandil, que data probablemente del siglo XVIII. Como representación típica de un personaje, Avtandil puede considerarse el ideal perfecto de la Georgia occidental, en oposición a Tariel en el cual se encarna el espíritu de la Georgia oriental.
B. Sadattierashini