Esposa de Alcínoo (v.), rey de los feacios, y madre de Nausica (v.) en la Odisea (v.). Desempeña un importante papel en el regreso de Ulises (v.), por el gran poder de que goza cerca del rey y el pueblo de Esqueria. Ulises es avisado previamente de ello por Nausica y por Atena: «Si es benévola contigo, puedes esperar volver a ver a los que amas y regresar a tu casa y a tu patria».
La autoridad de esta reina y su ascendiente sobre los jefes del pueblo tienen en parte un aspecto fabuloso, que la convierte en una especie de genio benigno que sólo puede dispensar generosidad y favor entre los feacios. Pero, por otra parte, hay en todo ello un fondo realista, que debe referirse al período de la civilización caballeresca griega, durante el cual la mujer gozó de mayor consideración y respeto que nunca, y tuvo por consiguiente alguna posibilidad efectiva de intervenir en las cosas de interés común. Este poder es sentido por los feacios como una especie de gracia divina, y por consiguiente se parece más a una veneración mística que al respeto a la autoridad y a la inteligencia.
F. Codino