Con este apellido, pero con distintos nombres y patronímicos, figuran en la literatura tres héroes del escritor ruso Michail Jur’evič Lermontov (1814- 1841): son respectivamente Vladimir Pavlovic en el drama Un hombre extraño (1831), Evgenij Aleksandrovič en el drama Mascarada y Aleksandr Sergeervič en un fragmento de relato sin título, fechado en 1841.
Arbenín no puede ni quiere doblegarse a las mezquinas exigencias de la vida y se considera fuera de este mundo; sin embargo, lleva en el corazón una gran ansia de amor, pero su propia sensación de hallarse lejos de los intereses comunes de la vida le impide amar. He aquí por qué se considera un desdichado y, como no tiene ocupación ninguna, se aburre: el amor de las mujeres sólo es para él una distracción. En el drama se nos aparece como un hombre cuyos afectos han fracasado siempre; un amigo le ha quitado la novia, cosa bastante natural, dado el egoísmo que empaña las posibilidades pasionales de su alma.
Y sin embargo, Arbenín no es completamente egoísta, pues en más de una ocasión revela buenos sentimientos. Más bien se mezclan en él cualidades positivas y negativas que turban su equilibrio y constituyen su «rareza». El escritor lo pinta en todo caso con evidente simpatía, y haciéndolo enloquecer y poco después morir, parece querer justificar su propia opinión de haber vivido fuera de este mundo. Evgenij Aleksandrovič Arbenín, el héroe de Mascarada, es el desarrollo del Arbenín anterior.
Él mismo habla de su juventud, infructuosamente pasada bajo impulsos oscuros. La aspiración al amor se ha trocado ahora en desprecio y en odio por los hombres; sólo para llenar su vida ha buscado distracción en los viajes y en la amistad, pero no ha visto ni encontrado más que el mal. Casado «para tener el santo derecho a no amar a nadie en el mundo», según consejo que le ha dado alguien, se halla en realidad presa del amor por su mujer, pero sobre todo le atormentan unos terribles e infundados celos.
Esencialmente es el mismo «hombre extraño» del drama anterior (y «extraño» le llama precisamente su esposa Nina). Arbenín es un personaje romántico lermontoviano, que en cierto sentido anuncia al Pechorín (v.) de Un héroe de nuestro tiempo (v.). En Mascarada, Arbenín no se vuelve loco ni muere, pero parte voluntariamente «al destierro» con la intención de no regresar jamás a un ambiente en el que nadie le comprende, gesto análogo al de Chacki (v.) en ¡Qué desgracia el ingenio! (v.) de Griboedov.
El tercer personaje de Lermontov que lleva el nombre de Arbenín está apenas esbozado, pero sustancialmente habría sido una repetición de los dos anteriores, aunque enriquecido por una mayor experiencia del autor.
E. Lo Gatto