Personajes que protagonizan el cantar de gesta que lleva este nombre (v.) y que la leyenda ha celebrado; símbolo de la amistad indestructible e inseparable, más fuerte que la vida y que la muerte, Amis y Amile no pueden estudiarse independientemente uno de otro.
Nacidos en distintos países, pero destinados por el hado a reunirse, en vano la vida y los acontecimientos intentan separarlos, ya que ellos vencen todos los obstáculos, como si poseyeran una sola alma dividida en dos cuerpos. Dispuestos a afrontar uno por otro las más arduas pruebas, llegan a sacrificarlo y abandonarlo todo, incluso sus afectos más caros, porque su amistad vale para ellos más aún.
Por ello representan la tradición simbólica de una amistad ejemplar, o sea del sentimiento más alto y desinteresado que Dios ha concedido a los hombres: una amistad como la que en la Antigüedad se hizo célebre entre Damón (v.) y Pitias, o entre Orestes (v.) y Pílades, pero humanizada por el ideal caballeresco y el sentimiento cristiano.
C. Cremonesi