Alejandro y Pedro Aduev son los principales personajes de la novela Historia vulgar (v.) de Iván Aleksandrovich Goncharov (1812-1891). El primero, verdadero héroe del relato, es un soñador romántico, perezoso a pesar de su ardiente deseo de entrar en la vida, como lejana prefiguración de Oblomov (v.), mientras el segundo es el retrato de la energía, el espíritu de empresa y el sentido común; el primero es una personalidad débil e inquieta, el segundo un hombre equilibrado y duro: los dos extremos, por así decirlo, del ser humano.
La contraposición de los dos tipos se distingue de la que el propio Goncharov establece en Oblomov (v.) entre Oblomov y Stolz (v.) por el colorido humorístico con que se subraya el contraste de las convicciones, ideas y rasgos típicos de Alejandro Aduev, el sobrino, con su tío Pedro. Tales caracteres se manifiestan en el curso del relato, que, en el fondo, nos presenta, en el hombre que ha llegado ya a sus fines, aquello que habrá de ser el romanticismo de los primeros años de la vida.
De la colisión de ambos caracteres, de la que inevitablemente debe surgir una víctima (el sobrino, que experimenta su transformación a causa de sus continuas desilusiones), nace el humorismo, que tiene sin embargo en Goncharov una característica precisa: la objetividad de quien contempla las cosas desde la altura.
No es fácil comprender cuál de las dos actitudes es más cara al escritor: evidentemente el sobrino es el autorretrato de Goncharov joven, con sus ideales y sus aspiraciones, mientras el tío es el autorretrato del escritor maduro, que, aun ironizando con sus propias decepciones pasadas, no puede dejar de ver el lado humorístico del presente y que por ello se convierte en un prototipo despojado ya de la poesía de la nostalgia.
E. Lo Gatto