Protagonista de la novela en verso de su mismo nombre (v.) de Frederik Paludan-Müller (1809-1876), Adam Homo es el héroe gris de mediados del siglo XIX, danés cuya vida e ideas representa.
Sus características son una absoluta incapacidad por realizar sus propios sueños y por permanecer fiel a sus propios ideales y una necesidad de adhesión a su tiempo y a su sociedad, aun a trueque de cualquier renuncia y de cualquier compromiso. Adam Homo es la antítesis de Aladino (v.), el héroe romántico de principios de siglo. Encuentra la fortuna, aquella fortuna burguesa que en su época parecía la única deseable, y pierde su alma humillándola y dejándola árida.
Es como un desarrollo ideal, en sentido pesimista, de aquel personaje romántico y de aquellas ideas; a la mágica confianza romántica se opone en él una desengañada amargura; a la genialidad elemental de Aladino, la trivial aridez de Adam Homo. El poeta decía de él, al principio de su obra: «… el héroe, danés por su mentalidad, por su piel y por su lenguaje, se moverá libremente en la vida cotidiana, manteniéndose alejado de los ideales y andando sin romanticismo ninguno a paso prosaico, probándolo todo, pero sin acertar a elegir lo mejor…».
Mientras Aladino, en realidad, precisamente para huir de la realidad cotidiana, habita y se mueve en el campo de la fábula, lejana en el tiempo y el espacio, Adam Homo aparece cruelmente vinculado a_ la sociedad burguesa y a la vida de los años 1830-1840.
Su propio nombre quiere ser el del «hombre cualquiera» por excelencia; su retrato es el del «hombre cualquiera» o mejor el de quien, habiendo empezado con algunas dotes, las ha malogrado miserablemente, sin darse cuenta, al contacto con la vida burguesa, hasta convertirse en un individuo anónimo. Su rostro,^ que en algún tiempo tuvo cierta expresión, se ha vuelto frío y desdibujado, y su corazón se ha endurecido; no es ni mejor ni peor que tantos otros y no posee nada que le distinga.
G. Puccini