Colección, o «gnomologio», en la cual los antiguos se propusieron reunir los pasajes más sentenciosos y proverbiales contenidos en las Comedias (v.) de Epicarmo (525-431 a. de C.). La colección, precedida de un poema, proporcionaba un repertorio de pensamientos sobre la felicidad humana, la brevedad de la vida, la ineluctabilidad de la muerte, la necesidad de la amistad, y otros conceptos semejantes, que Epicarmo había tomado probablemente de las filosofías más difundidas en su tiempo en la Magna Grecia y en Sicilia: la pitagórica, la eleática y la sofística.
Con todo, la colección, tal como ha llegado hasta nosotros, aunque lleve el nombre de Epicarmo, debió de ser en gran parte obra de un compilador posterior, quizá de un tal Axiopisto (siglo IV a. de C.), el cual sacó de las Comedias de Epicarmo muchos versos con el propósito de darles determinada intención moral y les añadió otros, si no suyos, sin duda pertenecientes a otros comediógrafos y poetas de muy diversa inspiración. De ello resulta que este «gnomologio» es, ciertamente, en su esencia, algo diferente de las comedias, en las cuales la filosofía no se hallaba en absoluto acogida, sino al contrario, a menudo salían a escena filósofos de quienes el autor cómico se burlaba.
F. Della Corte