[Vom Wessen des Grundes]. Obra del filósofo alemán publicada en 1929 en un volumen editado en honor de Edmund Husserl (Jahrbuch für Philosophie und phaenomenologische Forschung). Su interpretación es bastante difícil.
En ella Heidegger examina desde un punto de vista existencialista el principio tradicional de razón suficiente e intenta penetrar en la esencia misma y en el fundamento («Grund») de tal principio. Según el método particular de Heidegger, la misma razón fundamental a la cual se refiere el principio de razón suficiente se transforma en una pregunta de tal naturaleza que la verdad del principio y la verdad del ser que en él se funda viene a basarse en el hecho fundamental del existir considerado como lo que se pone en cuestión a sí mismo. Así lo existente se supera a sí mismo y se trasciende y de esta manera el problema que concierne al ser esencial del fundamento se convierte en problema de trascendencia.
La trascendencia es, pues, el marco en cuyo interior se debe afrontar el problema del fundamento. La trascendencia según el punto de vista existencialista, indica algo que pertenece esencialmente a la realidad humana («menschliches Dasein»). Ésta es el sobrepasar («Ueberstieg») que hace posible la existencia como tal y es la estructura fundamental del existir como subjetividad. Trascendiendo la realidad humana llega a aquello existente que es ella misma, al mismo tiempo que ésta se comprende como lo que ella misma no es. Ahora bien, a esto hacia lo cual la realidad como tal se trasciende, Heidegger lo llama mundo y la trascendencia viene así definida como Ser- en-el-mundo («In – der – Welt – sein»). El mundo pertenece a la estructura unitaria de la trascendencia, y en cuanto es parte de esta estructura, el concepto del mundo puede calificarse de trascendental. De esta manera Heidegger vuelve a plantear la idea trascendental de Kant.
El problema del fundamento se convierte en proyección, por parte de la realidad humana, de un mundo en el cual ella misma se funda, trascendiéndose como existencia. Esta proyección de un mundo es, en suma, al mismo tiempo, la motivación ontológica de lo existente. A su vez el fundamento que nace por la trascendencia se funda en la libertad, de tal manera que la libertad es el fundamento del fundamento y la razón de la razón, la base primera del acto trascendental del fundamento. Pero precisamente porque es base («Grund») es también ella misma el abismo («Abgrund») de la realidad humana. La libertad pone a la realidad humana como un poder ser de múltiples posibilidades que están todas abiertas frente a su selección en la finidad del ser, esto es, en los límites de su destino. Se revela así el carácter abismático del ser del hombre que es tal por no poderse ofrecer a ninguna dialéctica y a ningún análisis psicológico.
E. Paci