Poeta franciscano español de la corte de los Reyes Católicos. La «Vita Christi por coplas» es su poema más importante. Después de la invocación y de unos loores de Nuestra Señora, en los que hay alusiones satíricas a los devaneos y flaquezas de las damas de la época, nuestro autor poetiza el misterio de la Encarnación, la historia de la Natividad, la Circuncisión del Señor, la adoración de los Reyes Magos, la presentación de Jesús en el templo y la obra queda interrumpida con el cuadro de la degollación de los Santos Inocentes. Escrita en quintillas dobles, incluye elementos líricos, himnos, romances y villancicos, así como una especie de égloga dramática, que constituye el más antiguo auto del Nacimiento de espíritu rústico de la literatura castellana. La obra abunda en digresiones morales y satíricas, habiéndose señalado, en ella, el influjo de las Coplas de Mingo Revulgo (v.).
Dentro de esta misma línea debemos destacar una serie de poemas, con unidad propia, que vienen a ser como fragmentos de un plan general de la «vida de Cristo»: las coplas sobre la «cena que Nuestro Señor fizo con sus discípulos cuando instituyó el santo sacramento de su sagrado cuerpo», la «lamentación a la quinta angustia, cuando Nuestra Señora tenía a Nuestro Señor en los brazos», etc. Fray Iñigo de Mendoza cultivó también la poesía política, de la que se nos han conservado tres largas composiciones: «Sermón trovado sobre las armas del rey Don Fernando», «Coplas en loor de los Reyes Católicos» y el «Dechado de la reina Doña Isabel», en las cuales la crítica ha señalado la huella de Gómez Manrique. Escribió también composiciones alegóricas, como la «Justa y diferencia que hay entre la razón y la sensualidad sobre la felicidad y bienaventuranza humana», que sigue la línea de las «Coplas de los siete pecados mortales» de Juan de Mena, y didáctico morales, como el «Dictado en vituperio de las malas hembras, que no pueden las tales ser dichas mujeres, y en loor de las buenas mujeres que mucho triunfo de honor merecen».
J. Molas