[Epístola ad Demetriadem]. Carta escrita en África en 412 por el monje Pelagio, con motivo de la profesión religiosa de Demetriades, hija de Juliana, de la noble familia romana de los Anicios Probos. En dicha carta que es quizás el documento más importante para el estudio de la naturaleza íntima del pelagianismo (v.), Pelagio explica a Demetriades la esencial bondad de la naturaleza humana, por sí misma capaz de practicar el bien, aun aparte de la revelación cristiana (como lo prueba luminosamente la vida de muchos filósofos paganos) gracias a su libre albedrío, que la capacita para escoger voluntariamente el bien y el mal. Pelagio, copiando a menudo literalmente el tratadito plutarquiano De la educación exhorta a Demetriades a la práctica cotidiana de la virtud.
M. Niccoli