[Tom Brown’s Schooldays]. Obra, parcialmente autobiográfica, que tiene por ambiente el colegio de Rugby, donde se educó el autor, una de las más famosas instituciones inglesas del género. La obra apareció anónima, y el autor se designó genéricamente como «un antiguo alumno» («An oíd Boy»).
La acción tiene lugar en la época en que el pensionado estaba dirigido por Thomas Arnold, el gran reformador de la escuela británica (1795-1842). Tom Brown, uno de los pensionistas, es un muchacho bastante picaro, pero franco, leal y alegre, profundamente religioso y entusiasta admirador de toda grandeza heroica. Exuberante de salud y de fuerza, y lleno de ánimo, demuestra su valentía al tomar la defensa de un condiscípulo, un jovencito tímido y delicado que se conmueve hasta las lágrimas leyendo en Homero la lamentación de Elena sobre el cuerpo de Héctor.
Ama poco el estudio y mucho la vida al aire libre, las aventuras, el «sport». Tom, en quien el autor ha querido representar el tipo medio de estudiante inglés, resume de este modo sus propósitos: «Quiero convertirme en un magnífico jugador de cricket, de fútbol y de todos los demás juegos: quiero igualarme con cualquier muchacho de condición baja o civil. «Quiero contentar al director, quiero estudiar el griego y latín necesarios para entrar en la Universidad de Oxford. Quiero dejar en la escuela la fama de un muchacho que nunca ha abusado de uno más pequeño que él y nunca ha echado a correr ante uno más fuerte».
El autor se dirige a los muchachos, especialmente a sus compatriotas; pero la obra, además del significado moral y pedagógico, tiene también valor histórico, en cuanto nos muestra en sus inicios la reforma educadora que, promovida por Arnold, tuvo tanta influencia en las costumbres inglesas.
E. di Carlo Seregni