Inconclusa por la muerte de su autor, narra las aventuras del soldado raso Schwejk, un bohemio enrolado en las filas del ejército austro-húngaro al estallar la guerra mundial.
Cándido, imperturbable y en modo alguno belicoso, Schwejk, desde el momento en que se ve alejado de la familiar taberna del Cáliz y de su comercio de perros, hasta cuando pierde y reencuentra por enésima vez a su compañía, no hace sino poner en aprietos y enloquecer de rabia impotente a sus superiores.
Convertido, tras los primeros desastrosos contactos con la burocracia y la disciplina militares, en asistente del teniente Lukasch, lo sume en la desesperación buscándose contratiempos inauditos, a los que hace frente con implacable realismo e invencible serenidad.
En una serie de ejemplares aventuras, Schwejk pone de manifiesto el ridículo profundo de la lógica que gobierna la organización militar y las empresas bélicas.