Fragmento épico español, formado por un centenar de versos monorrimos y de métrica irregular. Pertenece a un autor anónimo aragonés-navarro, y corresponde con toda seguridad a los primeros años del siglo XIII (aprox. 1220). El título fijado por los filólogos (cf. R. Menéndez Pidal: Roncesvalles. Un cantar de gesta español del siglo XIII, 1917) se refiere al tema específico del fragmento, que sin duda formó parte de un cantar sobre la epopeya carolingia. Carlomagno (v.) llega con un ejército a los campos de Roncesvalles, a la mañana siguiente de la trágica batalla, y descubre los cadáveres de Turpín (v.), Oliveros (v.) y Roldán (v.); ante los despojos gloriosos de su paladín favorito, el emperador pronuncia una larga lamentación, al fin de la cual cae desmayado.
El cantar, que es una imitación directa del Cantar de Roldán (v.), constituye el único ejemplo de la épica carolingia en la antigua literatura española, y por su métrica apoya la tesis de la versificación irregular de la primitiva poesía épica española.
A. R. Ferrarini