[Se no i xe mati no li volemo]. Comedia en tres actos de Gino Rocca (1891- 1941), representada y publicada en Milán en el año 1928. Momi Tamberlan, Bortolo Cioci y Piero Scaveza son los supervivientes de una peña de alegres camaradas: los «nueve locos». Uno de éstos, al morir, deja el usufructo de sus bienes a los compañeros. Los tres supervivientes logran arreglárselas gracias a la herencia, sobre todo Momi Tamberlan, que tiene una hija casadera, Ginetta, y una segunda mujer, frívola, vanidosa, ligera. Pero un mal día, un golpe imprevisto deja consternados a los tres viejos. El nuevo presidente de la Congregación de Caridad, la cual heredará, después de la muerte de los tres «locos», los bienes del conde Bardonazzi, les anuncia que no podrán seguir gozando de los bienes que constituyen la herencia del conde porque no cumplen las condiciones impuestas por el legatario: continuar siendo locos y alegres camaradas. Los tres pobres viejos reaccionan: ¿se quiere que hagamos los locos? Muy bien, renovaremos las antiguas gestas.
Y vuelven a sus algazaras nocturnas, a burlarse de todo el mundo, y, disfrazados, a ir al baile de máscaras. Pero la comedia termina en drama: Piero Scaveza se rompe una pierna y muere; Momi descubre que su mujer le traiciona y enloquece de dolor. El presidente de la Congregación de Caridad, arrepentido de su proceder, que ha sido la causa de tantos males, trata de repararlos de algún modo. Se formará un pequeño capital para Bortolo Cioci, el único de los tres viejos que sobrevive, y para Ginetta, mientras que Momi queda recluido en un manicomio. Doloroso y triste fin que, sin embargo, lleva la huella de un sentido de humanidad y de justicia.
P. P. Addoli
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