[The History of Rasselas, Prince of Abyssinia]. Novela corta escrita en 1759. Ya conocido por un famoso Diccionario de la lengua inglesa (v.) y por sus Vidas de los poetas (v.), Johnson logró verdadero renombre con este trabajo que fue inmediatamente traducido a muchas lenguas.
El autor nos transporta a Abisinia, donde los príncipes, antes de subir al trono, pasan una vida de delicias en un valle rodeado de montañas. El príncipe Rasselas quiere ver el mundo y liberarse de su dorada prisión; un poeta, Imlac, que en el valle había encontrado el refugio de la paz, se une al príncipe, y juntos se preparan a abrirse un camino de salida en la roca. También la hermana de Rasselas, Nekayah, será del grupo, porque también para ella la vida del valle se ha hecho insoportable; a ella sigue su amiga y confidente Pekuah. El grupo, pues, se pone en camino en busca de lo que puede hacer la vida verdaderamente feliz.
Pero ¿dónde hallar el secreto? No puede esperarse de los filósofos a los que Rasselas en vano pide consejo; ni de las Cortes, donde no se hallan más que odios y envidias; ni de las familias burguesas en las que Nekayah sólo encuentra discordias y miserias. En Egipto, Pekuah es raptada por unos jinetes árabes y únicamente después de varias peripecias, y tras pagar un fuerte rescate, puede volver junto a su dueña para contar sus experiencias en el gineceo árabe. En El Cairo, Rasselas está a punto de abandonar a sus compañeros y entregarse a la vida pura de la ciencia, cuando sabe de un astrónomo que, por haber querido vivir demasiado en los mundos del espacio, ha acabado por perder el «bien del intelecto», y a él y a su hermana les corresponderá el cometido de devolver cierto equilibrio a la mente confusa del sabio.
No les queda más remedio que volver a casa a meditar nuevos proyectos, a discutir sobre problemas insolubles, a vivir. Escrito en una sola semana para hacer frente a los gastos del funeral de la madre del autor, este relato posee una fluidez narrativa y satírica, una desenvoltura en las discusiones, un inteligente engarce de los temas intelectuales europeos con los decorativamente exóticos, que aseguraron su fortuna en el siglo de las luces. Su estilo perfecto hace de él todavía hoy un modelo de lenguaje. [Trad. española de M. A. Collado con el título El héroe de Abisinia (Valencia, 1831)].
M. Navarra
No es solamente un sumo maestro del sentido común y un sumo maestro del lenguaje del sentido común. Tiene el don de decir cosas que nadie puede confundir, y nadie puede olvidar. (J. Balley)