[Els vells]. Drama en tres actos del escritor catalán Ignasi Iglésias (1871-1928), estrenado el 6 de febrero de 1903. Traducido al castellano por Jurado de la Parra, se representó el 30 de mayo de 1905. También fue estrenado en París, en versión francesa de M. P. Rameil y M. F. Saisset, el 8 de diciembre de 1908. Engracieta, hija de Joan y Úrsula, es novia de Agustí. Todos son modestos y honrados obreros, afanosos en su lucha diaria por la vida. Su existencia, apacible y monótona, se conmueve por un hecho doloroso: Joan es despedido, junto con otros obreros, de la fábrica, por ser demasiado viejo. La grave situación hace reflexionar a Agustí, que teme que este penoso trance llegue un día para él. Se confía a Engracia y ésta lo interpreta como desamor y rompe el noviazgo. La consternación de los ancianos abruma a todos. Uno exclama: «Valdría més que ens matessin», otro piensa ya en pedir limosna, otros se creen un estorbo inútil. Sólo Joan reacciona convocando a los despedidos para formar una comisión de protesta que vicomisiónal dueño de la fábrica. Pero muchos se inhiben y Joan queda solo; poco antes Engracieta y Agustí se habían reconciliado. Y, entre la alegría de ver nuevamente feliz a su hija y el dolor que le produce la deserción de sus amigos, Joan muere repentinamente. Iglésias planteó un grave problema social y la obra influyó poderosamente en la creación posterior de los subsidios para la vejez. Sus personajes —escribió Coromines — «son, hablan y viven como los obreros de Sant Andreu a fines del siglo XIX». En un estilo popular y amable Iglésias consigue dar intensidad al drama, de acuerdo con el mundo en que se mueve, y demuestra que los ancianos también tienen derecho a la vida.
A. Manent