Las aventuras del joven oficial Andréi Petróvich Grínev, a quien su padre encaminó a seguir la carrera militar, tienen como telón de fondo la rebelión de los cosacos capitaneada por el rebelde Pugachov. El viaje hacia la fortaleza de Orenburg, en compañía del preceptor Savélich; la ayuda recibida de un barbudo campesino durante una tormenta que les hace extraviar el camino; la llegada y la estancia en la fortaleza de Bielogorsk, donde, mientras llegan los ecos lejanos del avance de Pugachov, Grínev se enamora de la tímida Masha, hija de Mirónov, capitán de la fortaleza: son los acontecimientos que preceden al episodio central, la toma de la fortaleza por Pugaschov.
Mientras que Mirónov y su esposa son asesinados por los rebeldes, Grínev es inexplicablemente indultado por Pugachov, ya que éste tiene a su lado a un antiguo enemigo de Grínev, el desertor Shvábrin. Cuando sabe que Masha, a la que daba por muerta, está en cambio prisionera de Shvábrin, Grínev obtiene de Pugachov, que no es otro que el campesino encontrado durante la tormenta, a Masha, el perdón de sus vidas y la libertad. Pero Shvábrin lo denuncia por connivencia con los rebeldes y Grínev, tras ser arrestado, corre el peligro de ser condenado a muerte. Será salvado por Masha, la cual, vencida toda su timidez, parte para San Petersburgo y consigue el perdón de Catalina II, a la que ha convencido de la inocencia del oficial.