Obra del novelista, periodista y crítico taurino Alejandro Pérez Lugín (1870-1926), publicada en el año 1915. Gerardo Roquer, joven madrileño de familia acomodada y que prefiere las diversiones a los estudios, es enviado por su padre a estudiar a la Universidad de Santiago de Compostela. Gerardo llega a Santiago malhumorado por haber tenido que abandonar la vida frívola de la capital; los primeros contactos con el ambiente compostelano que él considera tétrico, le producen una amarga impresión. Los jaraneros estudiantes que conoce en la Universidad no logran incorporarle a sus alegres reuniones. Sin embargo, poco a poco, y contra su gusto, se ve forzado a acompañarles y va simpatizando con ellos; a sus instancias se traslada a la casa de huéspedes llamada «La Casa de la Troya», principal centro de la bullanga estudiantil, donde el buen humor de sus compañeros acaba por conquistar al adusto Gerardo. Durante un paseo conoce a Carmiña, señorita de la aristocracia compostelana, hija de don Laureano Castro, y el amor surge entre ellos. Pero las tentativas de Gerardo se estrellan contra la resistencia de «La Maragota», ama de llaves de don Laureano, que emplea hasta la calumnia para apartar a Gerardo de Carmiña, ya que aspira a casar a ésta con su hijo. Gerardo sucumbe ante estas intrigas, pero, al morir don Laureano, consigue ver a Carmiña y deshace las maniobras de la ladina Maragota; Carmiña cree en su inocencia y se casa con él. La trama amorosa, excesivamente ingenua y almibarada, es un pretexto para pintar el desenfadado y pintoresco vivir de los estudiantes compostelanos; sus tretas y picardías, sus rasgos de humor y sentimiento, y sus ingeniosos arbitrios para vivir sin dinero y aprobar sin estudio, constituyen un superficial pero simpático retablo estudiantil. La Casa de la Troya alcanzó más de seenta ediciones y fue llevada al teatro y al cine repetidas veces.
C. Martínez Barbeito