[L’Altercazione]. Poemita filosófico pastoril en seis capítulos ternarios de Lorenzo de Médicis (1449-1492), en que, a ejemplo de Teócrito y Virgilio, un ciudadano (Lauro, esto es, Lorenzo) y un pastor (Alfeo) disputan, señalando uno los males de la vida urbana y otro los de la vida campestre; y concluyendo, por boca de Marsilio Ficino, que la única felicidad está en Dios. Un día en la «villa» de Careggi, Lorenzo y su maestro Ficino habían discutido precisamente acerca de esto, llegando a la conclusión de que la felicidad no se encuentra en los bienes que dependen de la naturaleza y de la fortuna, sino en el goce del Sumo Bien, al que se llega por medio del amor universal. Doctrina ficiniana, neoplatónica; la imperfección de toda cosa terrestre y la tendencia a elevarse de lo múltiple a lo uno, a poner los ojos en la luz del sol después de haber contemplado los objetos terrenos impregnados de ella. Por sinceros que sean en el Magnífico los deseos de paz y la exigencia mística, no por ello su obra deja de fracasar en su propósito; trabajo probablemente juvenil, contrasta con el temperamento artístico de Lorenzo amante del detalle concreto y obligado aquí a discutir acerca de universales abstractos, en difícil gimnasia de silogismos. que para él siguen siendo un juego deleitoso. Aunque su ingenio sutil mereciera, también en esta prueba, los elogios del gran Ficino, bajo los venerables cipreses de la Academia Florentina, su poesía se perdió por los laberintos de la lógica. Se puede, a lo más, admirar a veces el tono solemne de la obrita, donde se trasluce inspirada religiosidad, que permanece en estado de pura atmósfera, no concretada en imágenes, y a veces su sabiduría psicológica; pero las descripciones son pobres e insignificantes, y nada nos hace prever en esta obra al rudo poeta realista del Ambra (v.) y de la Nencia (v.).
E. Rho