El barón de Sigognac, hundido en la miseria, se une a una troupe de cómicos para ir a París en su compañía. Muerto el actor que encarnaba a Matamoros, el barón lo sustituye con el nombre de Capitán Fracasse. Se enamora de la joven Isabel; pero el duque de Vallombrosa, igualmente enamorado de la muchacha, la manda raptar. Los cómicos, bajo la guía de Sigognac, liberan a Isabel y el barón se bate con Vallombrosa hiriéndolo gravemente. Creyendo, sin embargo, haberlo matado, tiene que refugiarse en su viejo castillo. Se presenta mientras tanto el padre del duque que reconoce en Isabel a la hija que le fuera raptada de niña. Sigognac, que ha descubierto entre tanto un tesoro, podrá unirse a Isabel y recobrar el rango que le corresponde.