Canigó, de J. Verdaguer

Poema épico, en doce cantos y un epílo­go

La acción se sitúa en el siglo XI. Gentil, hijo del conde Tallaferro, es armado caballero por su tío Guifre de Cerdaña en la ermita de S. Martí del Canigó. En la fiesta de este santo, Gentil se enamora de la pastora Griselda. El nuevo caballero debe vigilar como cabeza de la avanzada del ejército de su tío un posible ata­que de los moros. Atraído por el espectáculo del Canigó, abandona su puesto y encuentra a Flordeneu, reina de las hadas, que lo enamora bajo la apariencia de Griselda e inicia con él un viaje maravilloso a través de los Piri­neos.

Mientras tanto, los moros han derrotado a las tro­pas de Guifre a causa de la deserción de su sobrino; Gui­fre cuando lo encuentra le da muerte. Al final las tropas cristianas vencerán y Guifre entra en un cenobio para pa­gar su crimen. Antes de morir hace construir una cruz en la cumbre del Canigó que representa la posesión espiri­tual de las montañas, que tienen que ser abandonadas por las hadas.