[Frau Aventiure]. Colección de cantos publicada en 186). Recogiendo vocablos e imágenes de la literatura alto alemana media», el poeta de Karlsruhe parafrasea, amplifica y mezcla motivos de la poesía goliardica, de la poesía francesa antigua, de la epopeya caballeresca y del «Minnesang» alemán, inventa nombres de poetas e imagina episodios y situaciones de imaginarios «clérigos vagantes» y «minnesángers», sume en el aura cultural y poética de los tiempos pasados, circunstancias y sentimientos personales y toma de acentos y motivos ajenos base para efusiones y variaciones propias.
Según el proyecto primitivo, estos cantos habían de constituir los fragmentos líricos de una amplia novela titulada «Viola», que se proponía retratar «toda la alegre vida caballeresca en la Wartburg», bajo el langrave Hermann de Turingia en el último período del siglo XII. Pero mientras «los esbozos y las figuras de la novela se transformaban lentamente como Proteo bajo la mano creadora», los cantos fueron paulatinamente multiplicándose, hasta formar un armónico volumen de canciones, «salmos silvestres», trenodias, baladillas, «villotes», poesías amorosas y satíricas. El virtuosismo estilístico de Scheffel llegó a crear en latín melodiosas estrofas rimadas por el estilo de los Carmina burana (v.) y consiguió a menudo dar al alemán una pátina arcaizante, renovando expresiones caballerescas y vocablos caídos en desuso.
De estos detalles puede inferirse el carácter de poesía «culta» del libro, culta en el sentido más restringido del epíteto. El arte de Scheffel, en Doña Aventura,, se compendia, muchas veces, en una fría elegancia literaria. Pero en los pasajes en que las experiencias personales del poeta — idílicos encuentros con mujeres amadas, desilusiones y cóleras por súbitas repulsas, descontento del artista ante su aridez— vibran en la análoga situación escogida, la poesía asume un tono cálido y pintoresco.
G. Necco