Drama en verso y en dos partes de 4 y 3 actos, respectivamente.
Don Juan vuelve a Sevilla para saldar una apuesta con Don Luis Mejía, pero de esa reunión nace un nuevo reto: Don Juan ha de seducir a la prometida de Don Luis y a una novicia. En la misma noche Don Juan seduce a Doña Ana y rapta de su convento a Doña Inés. Don Gonzalo de Ulloa acude a la quinta de don Juan Tenorio para rescatar a su hija, pero se encuentra con un Don Juan enamorado que solicita la mano de Doña Inés.
Don Gonzalo se niega a ello, y junto con don Luis, que ha acudido a la quinta para vengar su honor, muere en la lucha entablada con Tenorio. Cinco años más tarde Don Juan vuelve a Sevilla. Encuentra su casa transformada en un cementerio, donde por indicaciones de Don Diego, padre de Don Juan, han sido enterradas sus víctimas.
Desoyendo los avisos sobrenaturales que piden su arrepentimiento, Don Juan invita a cenar a la estatua funeraria de Don Gonzalo, que para sorpresa de Don Juan acudirá a la cita y le invitará a otro festín en el cementerio. Muerto Don Juan en un duelo, los espíritus de sus víctimas solicitan su arrepentimiento. Don Juan logra salvar su alma en el último instante de su vida gracias a la intervención del espíritu de Doña Inés.