Poeta polaco. Nació el 19 de febrero de 1812 en París, donde murió el 23 del mismo mes de 1859. Perteneciente a una familia notable e hijo de un general napoleónico luego ferviente legitimista, fue educado por su padre, quien lo formó a su antojo. A los diecisiete años, y debido a una riña con sus condiscípulos provocada por las ideas de su progenitor, fue enviado por éste a Suiza. Allí le llegó la noticia de la insurrección polaca de 1831; sin embargo, el padre le prohibió moverse, y en 1832 obligóle a presentarse a la corte de San Petersburgo. Obtenido el permiso para vivir en el extranjero, donde luego permaneció siempre, viajó por toda Europa, y se trasladó a Roma.
En la Ciudad Eterna conoció a Delfina Potocka, por la cual sintió una ardiente pasión; la tiranía paterna, empero, forzóle a casarse con Isabel Branicka, que le era indiferente y a quien hizo desgraciada. Sintió una profunda amistad por Juliusz Slowacki (v.) y August Cieszkowski (v.). Finalmente, regresó a París. Había iniciado su actividad literaria con una novela, Agay Chan, y publicó bajo el seudónimo de «Poeta Anónimo de Polonia» sus producciones posteriores, puesto que no ignoraba el odio que suscitaba entre los desterrados su apellido, paterno. Siguieron los dos dramas que integran la parte principal de su producción: La no divina comedia (v.) e Iridión (v.), obra dramática de la romanidad decadente.
Luego aparecieron Los tres pensamientos de Enrique Ligenza [Trzy myśli ś. p. Henryka Ligenzy, 1840], Leyenda y, por último, Albores [Przedświt, 1843], pequeño poema bellísimo, compuesto para consuelo de los desterrados y condenados por el opresor. Constituye una colección excepcional la de las cartas amorosas a Delfina Potocka. Aun cuando inferior en vigor poético a los otros dos grandes románticos Mickiewicz (v.) y Slowacki, nuestro autor les supera, no obstante, en profundidad filosófica; así lo atestiguan los Salmos del futuro [Psalmy przyszlosci, 1845], escritos hacia el final de su vida.
M. Bersano Begey