Nació en Majuma (Palestina) hacia el 465 y murió en torno al 536. Estudió en Alejandría y Berito, y fue amigo de Severo de Antioquía, a quien atrajo a la ascética. Luego (hacia 492) se estableció en Constantinopla, donde ejerció la abogacía (de ahí el apelativo) y llegó a ser un personaje importante. Posteriormente fue obispo de Mitilene. Falleció poco después de su participación en el Concilio de Constantinopla, que condenó a Severo (536). Zacarías, en efecto, adhirióse a la política religiosa del emperador Heraclio, que, en un intento destinado a poner de acuerdo a monofisitas y ortodoxos, promulgó el famoso decreto de unión («Enotico»), condenado por los papas.
Zacarías , empero, volvió más tarde a la ortodoxia. Su obra más conocida es la Historia eclesiástica (v.), conservada parcialmente en una versión siríaca, como sus biografías de Severo de Antioquía, del monje Isaías y de Pedro el Ibero, esta última fragmentaria. En griego poseemos La elaboración del mundo contra los filósofos, y en latín algunos fragmentos de una polémica con los maniqueos.
A. Pincherle