Nació en 1862 en el condado de Hancock (Ohío, Estados Unidos), murió en 1938. Enseñó Matemáticas y Astronomía práctica y, tras ingresar como ayudante de astrónomo en el Observatorio Lick de California, llegó a director del mismo en 1900.
Fue presidente de la Universidad de California y de la Academia Nacional de Ciencias. Precursor respecto a la determinación de las velocidades radiales, construyó un espectógrafo para el reflector de 90 cm. de abertura del observatorio Lick y trazó un gran programa de medidas de velocidades radiales de todas las estrellas más luminosas, extensivo también al hemisferio austral, con su propia estación situada en el Cerro de San Cristóbal, de Chile.
Descubrió un gran número de sistemas de estrellas binarias y estudió los espectros de la nebulosa de Orion, de las nebulosas planetarias, de Marte y la atmósfera solar durante los eclipses totales de sol. Para estas observaciones ideó un dispositivo especial, con el que obtuvo, durante varios eclipses totales, importantes fotografías de la cromosfera en los momentos inmediatamente anteriores y siguientes a la totalidad.
En ocasión del eclipse total de Sol de 1922, visible en Australia, C., con sus colaboradores, mediante varios instrumentos fotográficos construidos a tal fin, demostró la existencia del efecto Einstein, es decir, del desplazamiento de la luz de las estrellas cuando pasan por la proximidad de la masa de gravitación del Sol.
Sus resultados confirmaron los obtenidos por los astrónomos ingleses en un eclipse anterior y se cuentan entre los mejores alcanzados hasta entonces. Los experimentos y métodos que siguió para determinar las velocidades radiales de las estrellas y, en general, sus movimientos y el del sistema solar entre las estrellas, han sido referidos por él en su tratado sobre Movimientos estelares (v.).
G. Abeto