Vincenzo Cuoco

Nació en Civitacampomarano el 1.° de octubre de 1770 y murió en Nápoles el 14 de diciembre de 1823.

Estudió Jurisprudencia en esta última ciudad y ejerció durante algún tiempo la abogacía. Proclamada la República (1799), fue secre­tario de Ignacio Falconieri; su participación en la denuncia de la conjura antirrepu­blicana de los Baceher le valió el des­tierro durante la primera restauración bor­bónica (1800).

Tras la victoria de Marengo y el restablecimiento de la República Cisal­pina volvió a Milán, donde hizo amistad con Manzoni y trabajó en los periódicos Redattore cisalpino y Giomale italiano.

En 1806 regresó a Nápoles, gobernado entonces por José Bonaparte; allí desempeñó algunos cargos públicos, participó en la resurrec­ción de la Academia Pontaniana y dirigió, sucesivamente, In Corriere di Napoli e II Monitore délie Due Sicilie. En julio de 1808 estuvo en Madrid para felicitar en nombre del gobierno napolitano a José Bonaparte, que había pasado del trono de Nápoles al de España.

En 1809, el nuevo rey Joaquín Murat lo nombró «maître de requêtes» del Consejo de Estado y en 1812 llegó a direc­tor del Tesoro Real. Más adelante figura entre los carbonarios, y al producirse en Nápoles la segunda restauración borbónica, pierde la razón. Durante el «Risorgimento» su fama estuvo vinculada a la novela filo­sófico-política en forma epistolar Platón en Italia (v.).

No obstante, actualmente se atribuye mayor importancia a la pequeña obra maestra anterior, Ensayo histórico so­bre la revolución napolitana de 1799 (v.), inspirada en un sano realismo político y en la que se nota la influencia de Maquiavelo y Vico.

F. Nicolini