Nació en Ruán el 20 de agosto de 1625 y murió en Les Andelys el 8 de diciembre de 1709. Como su hermano Pierre, había sido inclinado al estudio del Derecho, que muy pronto dejaría para dedicarse a las Letras y, singularmente, al teatro.
Acaso consciente de sus propias limitaciones, empezó a imitar cautelosamente de la escena española, entonces de moda, como en Les engagements du hasard (1647), Don Bertrand de Cigarral (1650) y Le geôlier de soi même (1655).
Ni aun en su primer intento de tragedia, Timócrates (1656, v.), que conoció ochenta representaciones sucesivas, revelóse completamente independiente, y en Bérénice (1657), Antiochus (1666) y Théodat fue la sombra de Philippe Quinault, y llevó a la escena trágica las figuras, las intrigas y el lenguaje de los poemas heroico-galantes; están inspiradas, en cambio, en la tradición clásica francesa Stilicon (1660), Camma, reine de Galatie (1661), Maximian (1662), Laodice (1668), La mort d’Annibal (1669), etc.
A partir de 1662 se había establecido en París con su hermano y sus familias respectivas. Muerto Molière, conservó con Visé su compañía cómica y preparó grandes piezas como Circe (1675), la versión en verso del Don Juan (1677, v.) de Molière, y la que fue considerada su obra maestra El conde de Essex (1678, v.), síntesis de los modelos de su hermano y de Racine, en quien se inspiró también para la Ariane de 1672 (v. Ariadna).
Luego cambió el teatro por la redacción del Mercure Galante, y todavía más tarde, tras su elección para el puesto ocupado por su hermano en la Academia Francesa (1685), se dedicó a trabajos eruditos y lexicográficos (Dictionnaire des termes d’arts et de sciences, 1694; Dictionnaire géographique et historique, 1708; Observations de l’Académie française sur les «Remarques» de l’augelas; etc.).
C. Falconi