Nació en Hayes, cerca de Sidmouth, en el condado de Devon, alrededor de 1552, y murió decapitado en Londres el 29 de octubre de 1618. Educado en Oxford, combatió de joven en Francia a favor de los hugonotes y en 1578 acompañó a su hermanastro sir Humphrey Gilbert en la expedición a Terranova. Fue enviado a Irlanda en 1580 contra los rebeldes e introducido al año siguiente en la corte bajo la protección del conde de Leicester, a quien acompañó a Holanda en 1582. Habiendo logrado el favor de Isabel, recibió honores, cargos menores y riquezas. En 1584 mandó navíos a explorar la costa americana al norte de Florida, tomando posesión del territorio que fue llamado Virginia en honor de la reina. Otras dos expediciones siguieron en 1585-87, pero la tentativa de colonización fracasó lamentablemente. Nombrado en 1586 capitán de la guardia de la reina, tomó parte en 1588 en la lucha contra la Armada española, organizando las fuerzas de tierra.
Su nueva misión en Irlanda en 1589 lo puso en contacto con Edmund Spenser, a quien presentó en la corte a su regreso a Londres en el mes de octubre. El descubrimiento de sus relaciones con Elisabeth Trockmorton, dama de honor de la reina, le atrajo la aversión de ésta, por lo que fue recluido en la Torre de Londres en julio de 1592 y liberado sólo a finales de año, después del éxito de la expedición contra la flota española, organizada por él, que había conseguido la captura de la carraca «Madre de Dios» con un cargamento de más de medio millón de libras esterlinas. Exploró con cinco navíos, en 1595, la Guayana, adentrándose en el río Orinoco. Al año siguiente tomó parte en la expedición contra Cádiz. Habiendo vuelto en 1597 al favor de la reina, recuperó el mando de la guardia y organizó, junto con el conde de Essex, una nueva expedición contra España. En 1600 fue nombrado gobernador de Jersey.
Llegado al trono Jacobo I en 1703, se sospechó que Raleigh había conspirado en favor de Arabella Estuardo, por lo que fue procesado y condenado a muerte, siéndole conmutada la pena, en el último momento, por la de cadena perpetua. En la Torre de Londres escribió su Historia del mundo (v.) y otras varias obras menores. En enero de 1616 salió de la cárcel para tomar el mando de una expedición contra la Guayana en busca de oro, y el fracaso de esta expedición indujo a Jacobo I a hacerlo decapitar a su regreso, sin nuevo proceso. Raleigh es ciertamente una de las figuras de primer plano de la época de Isabel I, especialmente por su obra en pro de la expansión colonial inglesa. Como literato fue, juntamente con sir Philip Sidney y Edward de Veré, uno de los principales poetas de la corte y un típico representante del Renacimiento inglés.
B. Ceixini