Nació en 1821 en Kotel y murió en 1867 en Bucarest. Poeta, periodista, historiador y agitador revolucionario búlgaro contra el dominador otomano, hombre extravagante no exento de cierta genialidad, fue uno de los más activos artífices y uno de los espíritus más inquietos en vísperas de la insurrección nacional. Educado en Atenas y en París, sufrió prisiones y destierro, puso muchas veces su vida en peligro por la patria y contribuyó con la palabra y el ejemplo a la lucha sin cuartel contra los opresores de Bulgaria. En el intento de consolidar las bases nacionales del pueblo búlgaro, llevó a cabo modestos estudios de Etnografía, Lingüística e Historia.
Redactó, en las sucesivas etapas de su destierro, un Diario búlgaro en Novi Sad, el Cisne del Danubio en Belgrado y El Porvenir en Bucarest (en lengua búlgara). Su mejor obra poética es El caminante del bosque [Gorski patnik], ardorosa llamada a la insurrección, que gozó en su tiempo de inmensa popularidad; la más extraña es Antigüedades búlgaras (v.), llena de extravagantes y fantásticas interpretaciones y etimologías, destinada a reivindicar una artificiosa prioridad de la lengua búlgara entre las europeas. Por su intensa y constante actividad revolucionaria fue venerado por sus compatriotas y llamado «patriarca de los revolucionarios búlgaros».
E. Damiani