Nació en Roma hacia el 1247 y murió en Aviñón el 22 de diciembre de 1316. Ingresado en la Orden de los agustinos, frecuentó en París los cursos universitarios y obtuvo diversos títulos académicos.
Aunque condenado por haber defendido algunas proposiciones tomistas entonces atacadas, llegó a arzobispo de Bourges. El rey de Francia, Felipe III, le confió la educación de su hijo, el futuro Felipe el Hermoso; en el desempeño de tal actividad compuso el tratado Del gobierno de los príncipes (v.), en la que, paradójicamente, afirma principios que luego habría de contradecir en la siguiente obra, Del poder eclesiástico (v.).
Las posiciones teocráticas extremistas por él sostenidas en este último libro no eran adecuadas a la realidad política europea ni favorables a la Iglesia, a la que intentaban defender. La mayor importancia de Egidio reside en el ámbito del pensamiento político. Dante le refutó en la Monarquía (v.).
P. Brezzi