Nació en Capodistria en 1370 y murió en Budapest el 8 de julio de 1444. En 1386 marchó a Florencia, donde actuó como profesor de Dialéctica y se relacionó con los principales representantes de la primera generación humanística florentina, entre quienes figuraban Salutati (v.) y Leonardo Bruni (v.). Luego fue lector de Lógica en el Estudio de Bolonia (1388-1390), y a continuación estuvo en Padua (1390-97); editó África (v.), de Petrarca. Más tarde volvió a esta ciudad, en la cual terminó el ciclo de sus estudios con el triple doctorado en artes, Medicina y Derecho. En 1405 dirigióse a Roma. Desempeñó un cargo en la curia, figuró en el séquito del cardenal Zabarella, y participó en el Concilio de Constanza, donde mostróse partidario de una reforma de la Iglesia. Pasado, finalmente, al servicio del emperador Segismundo, vivió en Hungría los últimos años de su existencia, ocupado casi exclusivamente en cuestiones eclesiásticas y disciplinarias.
Nuestro autor fue humanista, poeta y literato; así lo atestiguan la comedia de fórmula terenciana Paulus (v.), el tratado De arte métrica y el poema Poética narratio. Resulta singularmente importante en la historia de las doctrinas pedagógicas; en este ámbito defendía una educación entendida como libre y armonioso desarrollo de la personalidad e integrada por la formación artístico-literaria y el ejercicio físico, factores a los que concedía notable trascendencia. Vergerio expuso sus ideas en el tratado Acerca las costumbres y los estudios liberales (1400-02, v.). Su obra fue continuada por el homónimo Pietro Paolo Vergerio, el Joven.
D. Mattalía