Seudónimo de Petros Apostolidis, periodista y literato griego, nació en 1866, en Marianópolis, junto al mar Negro, en Rusia (pero su padre era natural de la isla griega de Skopelos); murió en 1937. Estudió Medicina y sirvió como médico en la Marina de guerra griega. El periodismo y la literatura le interesaron cada vez más hasta llegar a convertirse en su profesión habitual. Fue miembro, desde su fundación, de la Academia de Atenas (1926). Abierto a la influencia de la cultura europea contemporánea, se había empapado, a comienzos de siglo, de Nietzsche y D’Annunzio, de Ibsen y Loti.
Intentó el drama ibseniano (v. El arquitecto Martinas), pero sobre todo dispersó su ingenio fácil y su inspiración poética entreverada de sentimentalismo e ironía en los cotidianos «comentarios a la vida», que se le confiaron en las columnas de la prensa ateniense. Prodigó en novelas y narraciones breves la magia de su prosa poética y su agudo espíritu, tendente a la paradoja e inclinado al pesimismo, pero sensible siempre a la belleza y a la gracia. Su vena epigramática se revela en un juvenil libro de versos (v. Fuente canora).
B. Lavagnini