Olof Dalin

Nació en Vinberg (Halland) el 29 de febrero de 1708 y murió en Drottningholm (Estocolmo) el 12 de agosto de 1763. Fue un divulgador del pensamiento ilustra­do en Suecia.

Bajo la guía del cartesiano A. Bydelius estudió en Lund; luego des­empeñó varios cargos civiles en la capital del país, como los de canciller y bibliote­cario real. Según el modelo del The Spectator inglés, publicó entre 1732 y 1734, y con carácter anónimo, el semanario El Ar­gos sueco [Den svenska Argus], de tenden­cia satírico-moral, que le valió la enemistad de la nobleza y el clero y sospechas que sólo la protección de la familia real logró atajar.

Alcanzada la notoriedad, dio al cam­po de la literatura sueca una variada y extensa producción, en la que figuran la «poésie fugitive», el idilio, la tragedia clá­sica en versos alejandrinos Brunilda [Brynilda, 1738], tema nórdico antiguo con for­mas seudoclásicas francesas; el poema ale­górico también en alejandrinos La libertad sueca [Den svenska friheten, 1742], inspi­rado en L’Henriade de Voltaire; una alego­ría narrativa de la historia sueca (v. El cuento del caballo) y la Historia del reino de Suecia [Svea Rikets historia], en tres partes, publicadas en 1747, 1750 y 1760-61, e inspiradas las dos últimas en los ideales de la Ilustración.

Preceptor del príncipe heredero en 1750, se le otorga un título nobiliario en 1751. Una sátira de 1756 contra los predicadores le valió la repulsa de la Dieta y el alejamiento de la corte, a la cual sería llamado nuevamente después de 1761 para desempeñar el cargo de canciller.

M. Gabrieli