Luigi Capuana

Nació el 28 de mayo de 1839 en Mineo (Catania), donde murió el 29 de noviembre de 1915. En 1864, y sin termi­nar los estudios jurídicos iniciados en Catania, se fue a Florencia; luego se instaló en Milán y finalmente en Roma, ciudad en la que fue nombrado profesor de literatura ita­liana del Instituto Superior del Magisterio.

En 1902 lo dejó, pasando a la Universidad de Catania. Aun cuando en su primera no­vela, Jacinta, admita plenamente la poética naturalista francesa, en Las apasionadas, y también, de manera progresiva, en sus de­más obras narrativas, su tendencia inicial se complica a través de la introspección psi­cológica.

Sin embargo, la fusión de las me­jores dotes de C. (atención a los hechos externos, finura para la reconstitución his­tórica de los ambientes, predilección por los retratos sombríos y percepción de cuales­quiera datos psicológicos) en la concepción unitaria de un episodio da lugar a El mar­qués de Roccaverdina (v.), la mejor obra del novelista.

Su capacidad para realzar el aspecto grotesco de la humanidad le con­vierte en un feliz narrador infantil (Cardello, Érase una vez, ¿Quién quiere cuen­tos, quién los quiere?, Scurpiddu [v. Cuen­tos]), así como la agudeza de sus análisis hace de C. posiblemente el mejor crítico de literatura coetánea de la Italia de su época (v. Los «ismos» contemporáneos).

Entre sus novelas y colecciones de cuentos más nota­bles cabe citar Perfume (v.), Le paesane (1894), La Sfinge (1897), Nuove paesane (1898) y Rassegnazione (1907). Dedicóse también con éxito a la producción escénica en dialecto, reunida en los cinco tomos del Teatro dialectal siciliano (v.).

G.Mariani