Nació en Aix-en-Provence el 25 de noviembre de 1858 y murió en Neuilly el 1.° del mismo mes de 1922. Estudiante de ingeniería, pronto abandonó las ciencias en favor del periodismo y empezó a colaborar en Le Gaulois, L’Écho de Paris, L’Illustration y Revue Bleue, publicaciones que le granjearon un gran aprecio debido al espíritu brillante y cáustico de sus crónicas.
En 1890 dio a la luz su primera novela, Qui perd gagne, donde su fácil filosofía de la vida — parodia de las tendencias de Ibsen, como ha sido jocosamente definida, o más bien, Ibsenismo al alcance de modistillas, mujerzuelas y banqueros» — queda ya fija e invariable.
No más afortunados fueron los sucesivos intentos (Faux départ, 1891; Années d’aventures, 1895; etc.). En 1894 ingresó en Le Figaro, donde permaneció hasta su muerte. Aquel mismo año diose a conocer en el teatro (Brignol et sa fille), sin obtener el aplauso del público. Después de otros fracasos o éxitos mediocres llegó, por fin, el triunfo en 1901, con La suerte (v.).
A partir de entonces, el público, a quien había deleitado tras el «affaire Dreyfus» con la filosofía del «ça– s’arrange», no le volvió ya jamás la espalda. Aunque C., en efecto, no ofreciese verdaderos personajes, trazaba, en cambio, divertidas caricaturas y suplía sus deficiencias en el arte del diálogo con una graciosa chismografía.
Siguieron luego Les deux écoles (1902), L’adversaire (1903), Notre jeunesse (1904), M. Piégois (1905), Les passagères (1906), L’attentat (1906), Les deux hommes (1908), L’oiseau blessé (1908), Hélène Arduin (1913), La traversée (1920), etcétera.
C. Falconi